domingo, 9 de noviembre de 2008

¡Damas y caballeros...

… niños y niñas, les traigo desde los confines de la jungla humana, un ser excepcional! Por favor quédense en sus asientos, cuiden a sus niños y no hagan movimientos bruscos.

¡Vamos, animemos a la bestia démosle un fuerte aplauso!

(…)

Uuuh, ¡vamos! creo que tiene un poco de miedo. A ver usted, si usted señora, aplauda lo más que pueda… y tu, el del polo azul, ¿a eso le llamas aplaudir?

Veo que se asoma, ¡calma niños! Está completamente domado y ligeramente anestesiado. Siento el miedo en sus ojos, al fin y al cabo somos más y lo sabe.

¿Ven sus pies?, está encadenado sólo por precaución, esas llagas son por sus intentos de escape, han sido innumerables, hasta que advirtió que sólo estaría a salvo y cómodo con nosotros.

No están frescas, son cicatrices. Como verán aquí no se practica la violencia, sólo, si es necesario proteger a un público tan entusiasta y cálido como ustedes. ¡Oh, está asomando la cabeza, vamos muchacho, acércate!

¡Helo aquí! No se dejen llevar por esa apariencia sumisa y esos ojos dopados, detrás se esconde un ser lleno de miseria, rabia e impotencia listo para atacar. Una carrera frustrada, una educación inservible, una vida monótona, una apariencia normal, un ser mediocre. ¡Sólo miren esos ojos!

Un fracaso para sus padres, un ser amado a medias, fuera de compromiso incapaz de luchar por alguien o por algo.

¡No sientan pena! Sientan asco, patética bestia, escoria social, ¡Vamos, avanza! ¡Saluda al público! Tranquila señora no le hará nada, sólo no lo mire por mucho tiempo. La mediocridad se contagia.

¿Ven esas marcas en su brazo? Intentos en vano por terminar su existencia, ¡ni siquiera en eso triunfó!, aún sigue aquí, respirando y terminándose nuestro aire.

¿Estás intentado decirnos algo?, ¡no nos interesa! Tus palabras intrascendentes rebotan es mis oídos, y estoy seguro que en los del público. Han pagado la entrada para observarte no escucharte. ¡Silencio he dicho!

Creo que esto ha sido suficiente por hoy, de todos modos ya es hora de su dosis y veo que el asco los está incomodando.

¡Despidámonos con un fuerte aplauso al parásito social! ¡Bravo, bravo!

Muchas gracias y buenas noches.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

circo beat

Anónimo dijo...

me ha gustado mucho. muy bien metaforizado.