miércoles, 12 de noviembre de 2008

Hora de dormir

Y es así como llega la hora de dormir. El cielo va cambiando de forma. La luz se vuelve cada vez más tenue. La temperatura cada vez más azul hasta llegar al azul mas frío. Y los parpados como elefantes increíblemente pesados. No hay mas aves, todas duermen en sus nidos. Por un momento no hay mas luces. No mas sonidos. No mas penas ni placeres. Es el fin de un día. Es hora de dormir.

Ahora es como si el tiempo también se detuviera. La cama adopta tu forma. Y la conciencia exige a pesar de lo cansado que se pueda estar, una recapitulación del día. Un balance general de las acciones. Un recuerdo de la infancia exige un rezo. Una tradición inquebrantable creada mas por miedo que por amor. Por miedo a dormir y no despertar. A que aparezca por debajo de mi cama el monstruo al que mas temo. Que mi almohada decida ahogarme. Simplemente por miedo. Converso con mi miedo y no logro vencerlo. Solo hago un trato por una noche mas de paz. Se que mañana tendré que conversar con el de nuevo. Tendré que pedirle que el monstruo se retrase una noche mas. Pedirle que controle a mi almohada mientras duermo. Que mi conciencia de asesino no haga eterno mi llanto ni mis sueños. Que olvide por favor el rostro de todos los que asesiné. Rezo porque tengo miedo. Tengo miedo porque rezo a mis miedos. Porque en el fondo yo soy mi mayor miedo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

enter sandman