viernes, 26 de septiembre de 2008

Pasos

Había sido conducido lentamente al abismo, hasta que por fin abrió los ojos. Al ver donde estaba volteo la mirada hacia su camino. Abril es un mes que se vive a blanco y negro. Abril es un mes que no se vive. Es un mes que se entierra o que salta contigo hacia aquel final. Las palabras por fin toman un sentido real, ya no suenan mágicas, ahora solo son palabras nuevamente con verdad. Y lo que alguna vez pareció tan cercano, había sido solo otra ilusión en el camino.

Tan ingenuo el caminante. Sin fuerzas para seguir andando, ya todas habían quedado en Marzo y un par de sueños en Abril. La cantimplora vacía al igual que sus ojos. Un nuevo rostro sin expresión. Un rostro conocido por el camino. La soledad era mas grande que el camino. Y el camino tan solitario como su ser. Ya no era Marzo, poco importaba si era Abril. Poco importaba lo que tuviese que pasar después. Poco importaba lo que pasaba ahora. Y lo que había pasado, nunca pareció existir.

Bajo la sombra de un árbol acomodo su cuerpo. Se sentía demasiado exhausto y tanto por nada. La sombra se hacia cada vez mas pequeña y el calor cada vez mas insoportable. Y fue medio día cuando el tiempo decidió detenerse por completo. El caminante pensó en abandonar el camino justo antes de quedarse dormido. No descansó, los sueños lo atormentaban y el calor lo fatigaba. Tenía sed. Tenía hambre.

Al despertar, sacudió un poco de tierra que tenía encima suyo, miró el camino y decidió seguir avanzando. Sin agua, sin alimentos y sin un destino. Sin Itaca en sus pensamientos, como dirían algunos. Con Itaca solo en sueños como diría él. Con la esperanza de llegar a ningún lugar. Solo pensando que pronto acabaría su pesado caminar.

No hay comentarios: